¿Cuándo empiezan a hablar los niños?

Las niñas aprenden a hablar antes que los niños

Elías tiene un año y medio y es un típico representante del sexo masculino: no habla mucho. Mamá, papá, agua, este vocabulario representa el total de sus recursos de conversación. Pero entiende mucho más. Cuando le pides que traiga el martillo y el destornillador, coge las herramientas correctas sin dudar un momento. Si se lo dices, también apaga la radio o la televisión. Sabe ladrar en tres tonos diferentes e imitar a la perfección el canto del cuervo. ¿Hablar? ¡No es precisamente lo que más le llama!

Las mujeres hablan, los hombres callan. Aunque suena a estereotipos anticuados, este en concreto vale incluso para los peques. Según las estadísticas, las niñas aprenden a hablar antes y muestran más disposición para conversar que los chicos. Ellos necesitan un par de semanas, a veces incluso meses, más para pronunciar las primeras palabras de manera fluida. Y esto es una pauta que sigue en el desarrollo posterior. Las niñas no solo empiezan a hablar antes, sino que también tienen menos problemas en todo el desarrollo del habla.

Llorar es el primer medio de comunicación

El primer llanto es el principio de toda comunicación. El recién nacido se quiere hacer escuchar: «Hola, ¿hay alguien allí? ¡Tengo hambre!»
Rápidamente entiende que cuando habla (es decir llora), mamá y papá vienen a socorrerle. Paulatinamente el diálogo se vuelve más sofisticado: un llanto agudo, un refunfuñar cabreado, unos maullidos bajitos, un primer balbuceo, una sonrisa cautelosa. Un programa de comunicación que es igual en los bebés de todo el mundo.

Durante los primeros meses, un bebé chino no suena diferente a uno europeo. Solo poco a poco el balbuceo se vuelve claramente español, alemán, francés, finlandés o chino. Lo que los padres escuchan a partir del segundo mes se llama la primera fase de balbuceo y consiste en que su bebé intenta investigar lo que puede hacer con su boca más allá de chupar y babear. Y entonces forma sonidos como por ejemplo «goo», «grr», «ej». Al bebé le motivan las puras ganas de experimentar: ¿qué sonidos salen si enrollo la lengua? ¿Y qué pasa si resoplo y redondeo los labios?

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de disbaby

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