- La silla debe quedar bien sujeta al asiento del coche, de tal forma que no haya movimientos de la misma en ningún sentido, ni hacia delante, ni hacia los lados.
- El cinturón del coche nunca puede pasar por el cuello del niño.
- En las sillas cuyo reposacabezas se ajusta a la altura del niño hay que ir subiéndolo poco a poco en la medida que el niño crece para que siempre le sujete la cabeza.